Por altos costos de pasajes, alumnos de la escuela Almafuerte no van a clases

Para llegar desde Paraná, Colonia Avellaneda o San Benito deben tomar un colectivo interurbano y gastar 1.400 pesos al mes. Para muchos es difícil

No hay colectivos que lleguen a la escuela Normal Rural N° 8 Almafuerte y esto significa un problema para la comunidad educativa, que lucha por lograr una mejor accesibilidad de los alumnos a través de un transporte que los acerque al establecimiento.
En la actualidad son casi 180 los estudiantes que concurren al nivel Secundario de la institución, emplazada en el parque escolar rural Enrique Berduc y situada a unos cuatro kilómetros de La Picada y a tres de Sauce Montrull, y la opción que tienen para llegar quienes van desde Paraná, San Benito o Colonia Avellaneda, es tomar algún micro de las únicas dos empresas que pasan cerca, por ruta nacional Nº 12, y cuando no cuentan con el dinero para el boleto deben faltar, perdiendo días de clases. "Estos colectivos son de larga distancia y su costo diario va de 60 o 70 pesos ida y vuelta, según la línea y si se aplica el descuento para estudiantes.

Multiplicándolo, semanalmente el costo asciende de 300 a 350 pesos, y por mes hay que disponer entre 1.200 y 1.400 pesos. A esto se le suma el boleto de línea urbana para aquellas personas que deben tomar otro colectivo desde la Terminal de Paraná a sus casas, que sale 8,75 por día, es decir, 175 pesos por mes. Además, debemos tener el cuenta el almuerzo diario de todos los alumnos del establecimiento, y se vuelve todo muy costoso", comentaron referentes del Centro de Estudiantes, quienes decidieron hacer pública la situación y señalaron que al reclamo se sumaron la escuela de educación especial Zulema Embon y la escuela primaria Dominguito.

Por su parte, Patricia Cabrera, la rectora, señaló a UNO: "El pasaje por día desde Paraná, San Benito o Colonia Avellaneda con descuento cuesta alrededor de 30 pesos de ida, y hay que sumarle la vuelta. Al tiempo que las familias están siendo golpeadas por la crisis y aumentan los boletos, la situación se va agravando. Por eso, desde la comunidad de la escuela Almafuerte necesitamos que llegue hasta el establecimiento la línea de transporte Metropolitana, para que los alumnos de estas localidades y de Sauce Montrull puedan seguir yendo a clases", sostuvo, en referencia al servicio urbano de pasajeros que desde febrero de este año llega hasta Sauce Montrull y que les permitiría a los adolescentes contar con los beneficios de los boletos para estudiantes: "Lo que pedimos es que incluya en su recorrido a la Escuela Almafuerte. Son solamente tres kilómetros los que deberían contemplar y que hacen la diferencia", agregó.

Otro punto al que hizo alusión fue al costo de los boletos de quienes viven en La Picada, que deben recorrer otro trayecto, y aunque esté muy cerca –entre tres y cinco kilómetros– también tienen que pagar unos 25 pesos: "Se necesita que a los alumnos de La Picada las empresas interurbanas les cobren un boleto estudiantil real", expresó, y recalcó: "Garantizar el derecho a la educación exige garantizar que los alumnos puedan llegar a la escuela".

Si bien el establecimiento cuenta con una residencia para que un grupo pueda quedarse de lunes a viernes, solo hay lugar para 80 alumnos, y los que viven más cerca son los que viajan: "Algunos van en moto, con el riesgo que eso implica. A otros tal vez los llevan los padres. Y son unos 60 o 70 los que van y vienen en colectivo", dijo la rectora.

Situación delicada
Una de las opciones en las que pensaron anteriormente directivos y docentes, muy preocupados por la situación, fue solicitar el servicio de Transporte Escolar Rural, administrado por el Instituto Autárquico Becario Provincial (Inaubepro). Sin embargo, la escuela Almafuerte está excluida de esta posibilidad, ya que depende de la Facultad de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y no del Consejo General de Educación (CGE).

Para evitar un alto nivel de ausentismo debido a los casos en que los chicos no pueden costearse los pasajes, ya desde el año pasado se plantearon qué hacer. En febrero de 2017 directivos y profesores propusieron vender conservas, mermeladas, dulces, pickles, quesos y otros productos que elaboran en los talleres para reunir dinero para ayudar a las familias que no estaban en condiciones de pagar los boletos. Al conocer esta situación, autoridades del Inaubepro definieron becar a unos 40 estudiantes para que no se quedaran sin su oportunidad de estudiar. La titular del organismo, Claudia Gieco, confirmó a UNO que hay un convenio firmado, pero que no cubre al 100% de los alumnos. "Más allá de que pertenezca a la Uader, igual hicimos un acuerdo, con la evaluación del directorio, porque nos gusta el perfil de la escuela", dijo al respecto.

No obstante, Cabrera aclaró que son unas 10 becas las que se renovaron en el presente ciclo lectivo de las 40 que les otorgaron el año pasado. Sobre este punto, manifestó: "Ahora nos mandaron formularios para llenar y seguramente serán evaluados. Hubo pocas solicitudes rechazadas, pero son contados los chicos que efectivamente están cobrando hasta ahora". A su vez, indicó: "El año pasado la beca fue de 500 pesos, que en su momento les cubría el gasto al menos a la mitad de los que viajaban, pero el pasaje fue subiendo y ahora está casi a 1.200 pesos por mes".

Por otra parte, dio cuenta de la delicada realidad por la que atraviesan muchas de las familias de los concurrentes: "Vimos que con tarjeta el pasaje cuesta 30 pesos, y con abono sale 27, pero muchas veces los papás no cuentan con el dinero para comprarlos y terminan pagando 35 de ida más 35 de vuelta cuando tienen algo de efectivo. Con este panorama vamos notando cada vez más el ausentismo: un día van y otro no. Y hay casos donde ya han perdido pases porque se les hace imposible llegar", dijo la rectora, y confió que saben de casos donde el esfuerzo se incrementa y el drama es más profundo porque hay papás que se quedaron sin trabajo y se les hace cuesta arriba solventar el traslado.

Esperan una solución
Desde la escuela creen que la alternativa más viable para resolver el problema que sufren los chicos a los que les cuesta afrontar los altos costos de los pasajes de los colectivos interurbanos es que se extienda tres kilómetros más la Línea Metropolitana, a cargo de la empresa ERSA Urbano. Sin embargo, Patricia Cabrera sostuvo que uno de los escollos con los que se encontraron para que esto sea posible es que el convenio que se firmó para la creación de este servicio contempla un recorrido de 25 kilómetros solamente: "Hicimos los cálculos y por Acceso Norte la escuela queda incluida en estos 25 kilómetros, pero cuando hemos planteado el tema a distintas autoridades hacen la lectura de que como va entrando en distintos puntos y el recorrido no es lineal, para llegar a la escuela se supera esa distancia", comentó.

"La solución es que haya una línea Metropolitana por Almafuerte, no por Acceso Norte, así no tenemos el problema de la limitación de los 25 kilómetros. Por otro lado, le quedaría más cómodo a los estudiantes que van a la escuela, muchos de los cuales viven por calle Almafuerte, por Colonia Avellaneda o San Benito. Y además así tendrían acceso al boleto para estudiantes Secundarios del servicio urbano de pasajeros", dijo la rectora, y aclaró: "No estamos pidiendo que todas las frecuencias contemplen este recorrido, si no que lleguen las que pasan a las 7.15 para el inicio de clases, a las 12.30 y 15.30, y si es posible una línea también a las 17.30".
"Entendemos que hace falta una decisión política para que este recorrido pueda modificarse", concluyó, con la esperanza de que alguna autoridad se haga eco del pedido de la escuela y a los chicos no se le cercene su derecho a la educación.